Lo que para unos viene mal, para otros viene muy bien. Este ha sido el caso de los cerrajeros que han visto como el día de la huelga y los posteriores veian como su trabajo se veia aumentado considareblemente, debido a al continua llamada de comercios que exigian sus servicios.

Fue tal el volumen de llamadas de los distintos establecimientos hacia los cerrajeros, que muchos no han dudado en denominar el día de la huelga como el agosto de los cerrajeros.

Esto se debio a que muchas empresas a la hora de querer acceder a sus negocios se dieron cuenta de que se veían incapacitados a hacerlo, ya que algunas personas fueron por diferentes ciudades y comercios echando silicona en las cerraduras de los comercios para que estos ese día no pudiesen abrir, y de esta manera tuviesen que secundar la huelga obligatoriamente.

Pero es que ya no solo es que no pudiesen abrir sus comercios, sino que además el arreglo de las cerraduras debido a la introducción de silicona en las cerraduras trajo a muchos comercios un gasto extra.

Y es que fue tal el volumen de demanda de cerrajeros, que algunos cerrajeros se vieron desbordados y tuvieron que contratar a personal, ya que no daban a vasto a abrir cerraduras.