El mito del cerrajero esta bien claro, y según este mito, llamar a un cerrajero nos va a salir por un ojo de la cara, es decir, que llamar a un cerrajero resulta realmente muy caro.

Desde aquí queremos desmentir este gran mito. Lo primero que queremos decir es que a la hora de llamar a un cerrajero, tenemos dos métodos, el tradicional, el cual llamamos a un cerrajero normal y que venga cuando pueda, y el cerrajero 24 horas, el cual vendrá lo más rápido posible desde nuestra llamada.

El primer cerrajero, es decir, el cerrajero tradicional, vendrá a nuestra casa en horario laboral en cuanto tenga un hueco en su agenda. El precio de la factura es el precio normal, desplazamiento, mano de obra, más material usado, tal y como cobran otros sectores como la fontanería, electricista, por lo que la factura es la normal.

Sin embargo, hay que decir que si llamamos a un cerrajero de 24 horas, la factura nos saldrá más cara, pero es que tiene su explicación, ya que dicho cerrajero se acercará a nuestra casa lo antes posible, incluso por la noche para abrirnos la puerta, o solucionarnos el problema que tengamos, lo que hace que esta molestia haya que pagarla, de aquí que la factura sea algo más cara.